Articulo: Univision y AP
El techo desde donde disparó estaba a menos de 150 metros de donde Trump se encontraba hablando, que, según expertos consultados por la agencia AP, es la distancia a la que los reclutas del Ejército estadounidense deben alcanzar una silueta de tamaño humano para aprobar el entrenamiento con el rifle de asalto M16.
El Servicio Secreto de Estados Unidos centra su investigación sobre el atentado contra Donald Trump en cómo un hombre armado con un rifle tipo AR pudo acercarse lo suficiente para disparar y herir al expresidente en un mitin en Pensilvania, una falla significativa en una de las tareas principales de esa agencia.
El atacante, que fue abatido por personal del Servicio Secreto, disparó múltiples tiros contra el escenario desde una “posición elevada fuera del lugar del rally”, dijo la agencia. Un análisis de la agencia AP a más de una docena de videos y fotografías tomadas en el mitin de Trump, así como a imágenes satelitales del lugar, mostró que el hombre pudo acercarse muchísimo al escenario donde el expresidente estaba hablando.
Un video publicado en redes sociales y geolocalizado por AP mostró también el cuerpo de un hombre vestido de camuflaje gris tendido inmóvil en el techo de una fábrica justo al norte del terreno de Butler Farm Show donde se llevó a cabo el mitin.
El techo estaba a menos de 150 metros de donde Trump hablaba, una distancia desde la cual una persona podría disparar de forma razonable como para dar en un objetivo de tamaño humano. Como referencia, 150 metros es la distancia a la que los reclutas del Ejército estadounidense deben alcanzar una silueta de tamaño humano para aprobar el entrenamiento con el rifle de asalto M16. El rifle estilo AR, como el que usó el atacante en el rally de Trump, es la versión civil semiautomática del militar M16.
El FBI identificó el domingo al atacante como Thomas Matthew Crooks, de 20 años y de Bethel Park, Pensilvania.
El Servicio Secreto no tuvo un representante que hablarar en una conferencia de prensa del sábado por la noche donde funcionarios del FBI y de la policía estatal de Pensilvania informaron a los periodistas sobre la investigación del atentado. El agente especial del FBI a cargo, Kevin Rojek, dijo que era "sorprendente" que el pistolero pudiera disparar al escenario antes de ser abatido.
Cómo opera el equipo del Servicio Secreto encargado de cuidar a Trump
Miembros del equipo de contrafrancotiradores y del equipo de contraataque del Servicio Secreto estaban en el rally, según dos agentes del orden. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir detalles de la investigación.
El equipo de contraataque fuertemente armado, cuyo nombre clave del Servicio Secreto es 'Hawkeye', se encarga de eliminar las amenazas para que otros agentes puedan proteger y llevarse a la persona a la que resguardan. El equipo de contrafrancotiradores, conocido con el nombre en clave 'Hércules', utiliza binoculares de largo alcance y está equipado con rifles de francotirador para hacer frente a amenazas de largo alcance.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo que su departamento y el Servicio Secreto están trabajando con las autoridades para investigar el intento de asesinato contra Trump. Mantener la seguridad de los candidatos presidenciales y sus eventos de campaña es una de las “prioridades más vitales” del departamento, dijo.
"Condenamos esta violencia en los términos más enérgicos posibles y felicitamos al Servicio Secreto por su rápida acción de hoy", dijo Mayorkas. "Estamos comprometidos con el presidente Biden, el expresidente Trump y sus campañas, y estamos tomando todas las medidas posibles para garantizar su seguridad”.
Cuestionan la protección del Servicio Secreto
El representante Mark Green, republicano de Tennessee que preside el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, envió una carta a Mayorkas el domingo planteando preguntas sobre el tiroteo y exigiendo información sobre la protección del Servicio Secreto del expresidente. “No se puede subestimar la gravedad de este fallo de seguridad”, escribió Green en la carta.
Green también destacó los informes de que el Servicio Secreto había rechazado las solicitudes de seguridad adicional de la campaña de Trump. Un portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, dijo el domingo X que esas acusaciones eran “absolutamente falsas” y que habían agregado recursos y tecnología a medida que aumentaban los viajes de la campaña. Green dijo que hablaría con la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, el domingo.
James Comer, republicano de Kentucky que es presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, dijo que se comunicó con el Servicio Secreto para una sesión informativa y pidió a Cheatle que se presentara a una audiencia. Comer dijo que su comité enviará pronto una invitación formal.
“La violencia política en todas sus formas es antiestadounidense e inaceptable. Hay muchas preguntas y los estadounidenses exigen respuestas”, afirmó Comer en un comunicado.
El representante estadounidense Ritchie Torres, demócrata de Nueva York, pidió por su parte que se investiguen las “fallas de seguridad” en la manifestación. “El gobierno federal debe aprender constantemente de las fallas de seguridad para evitar que se repitan, especialmente cuando esas fallas tienen implicaciones para la nación”, dijo Torres.
El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, un demócrata, publicó en X que él y su personal están en contacto con los coordinadores de planificación de seguridad antes de la Convención Nacional Republicana que comenzará el lunes en Milwaukee. "No podemos ser un país que acepte violencia política de ningún tipo; eso no es lo que somos como estadounidenses", dijo Evers.
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