Por: Luis Otalora
Las preocupaciones de los padres por el uso excesivo de los dispositivos móviles va en aumento.
Se preguntan por los tiempos de exposición frente a las pantallas, el uso de video juegos y redes sociales, el momento apropiado para adquirir un celular o permitir abrir cuentas en Instagram, Facebook , entre otras.
Han tenido que asistir a psicoterapias por casos como la dificultad de los niños al relacionarse con sus padres. Los menores tienen amigos que tienen cuentas en facebook ó whatsapp pero ellos no, entonces el dilema de los padres: permitirles el acceso a estos medios tecnológicos para que sus hijos no se sientan aislados socialmente de sus amigos que ya los tienen, ó negarles el uso de estas tecnologías.
Otra situación cotidiana la encontramos cuando los niños hacen rabietas por no permitirseles el uso de estos dispositivos al no saber que más hacer terminan por permitirles usar las tablets ó celulares y así no tener que soportar esas rabietas de sus hijos.
Si bien es cierto que la tecnología ha transformado nuestras vidas agilizando la comunicación con nuestros amigos y familiares, reduciendo la dificultad de muchos trámites a través de la web, transacciones comerciales, entretenimiento, etc.; también debemos tener en cuenta que el uso excesivo de estas nuevas herramientas en menores de edad acarrea algunas consecuencias como son:
1. Molestias cervicales, calambres en brazos y manos, irritación ocular y déficit visual por la sobreexposición.
2. Problemas de sueño y poco descanso por el uso de estos dispositivos en las horas de la noche que desencadenan en dificultades en la atención y baja en el rendimiento escolar. Esta ausencia de descanso nocturno afecta la función de la memoria.
3. Reducción de la actividad física y de exposición al sol causan transtornos del peso y de metabolización de la vitamina D.
4. En muchas ocasiones esta disminución de la actividad física provocan retraso en la motricidad fina. La sobreexposición a las imágenes y sonidos trae una disminución de la función creativa del juego. Los niños prefieren interactuar con el mundo virtual (digital) en vez de ser creativos en un entorno del mundo real. Su motricidad también se verá afectada al permanecer más tiempo manipulando dispositivos móviles que otro tipo de objetos cotidianos necesarios para su desarrollo motriz normal.
Los niños más felices del mundo
El libro "Los niños más felices del mundo" escrito por una filipina y una inglesa describe las claves de la forma como los padres holandeses crian a sus hijos.
Un menor de edad si viviera en Estados Unidos o Colombia, seguramente pasará horas al día frente a un teléfono inteligente, una consola de juegos o un televisor. Pero en Maastricht o en Róterdam, cuando se tienen 6 años las tardes se pasan andando en bicicleta o jugando a la pelota, sin adultos cerca. Los hijos saben que tienen que volver a sus casas a las 5:30 de la tarde. Y cumplen.
Los niños holandeses solo hacen uso de estos dispositivos móviles hasta la edad pre-adolescente no por imposición de sus padres sino por que así son enseñados desde la niñez. Pasan más tiempo con sus padres y amigos con actividades al aire libre sin que dependan de teléfonos móviles, tabletas, etc.
Cuando Rina Mae Acosta, filipina de nacimiento y casada con un holandés, llegó a vivir a un pueblo a 20 minutos de Utrecht, se sorprendió al observar las diferencias culturales entre la zona de San Francisco (EE. UU.), donde ella creció y donde los padres parecen estar más preocupados por la adultez de sus hijos que por su niñez, y los Países Bajos, donde los niños crecen con más independencia y libertad.
Comments