Por: Redacción Política El extra News
El que fuera vicepresidente en la era Obama, el político Joe Biden y quien lidera los sondeos en las primarias demócratas, se convirtió en protagonista del debate en Detroit, al ser centro de los ataques del resto de rivales, que le asediaron desde todos los flancos: las deportaciones del Gobierno anterior, su historial de voto en las reformas de justicia, viejos comentarios sexistas o su tibieza en algunas batallas contra la segregación racial. Cuando Biden, de 76 años, y Kamala Harris, de 54, se saludaron sobre el escenario, un micrófono oportunamente encendido agarró al exvicepresidente a diciendo a la senadora con una sonrisa: “No seas dura conmigo, niña”. Harris había arrollado a Biden en el debate demócrata de hace un mes en Miami y el de este miércoles podía servir de revancha o de jaque, pero no hubo un duelo a dos. Para desgracia de Biden, todos fueron duros con él.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, le preguntó si en su día trató de frenar la gran ola de deportaciones durante la Administración de Obama (más de tres millones). “Yo era vicepresidente, no presidente, trataba de darle mis recomendaciones en privado”, respondió Biden. Julián Castro, exsecretario de Vivienda a su vez con el Gobierno anterior, le cuestionó también, a lo que el senador por Delaware replicó que por qué había dicho lo mismo cuando estaba en la Administración. “Parece que aquñi uno ha aprendido de los errores del pasado y otro no”, respondió Castro. Y Cory Booker, senador por Nueva Jersey, reprochó a Biden: “Usted es quien más invoca a Obama en esta campaña, no puede hacerlo cuando le conviene y esquivarlo luego”.
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