El dilema era claro. Las elecciones para elegir autoridades de departamentos, municipios y distritos podrían fortalecer o debilitar la ola de cambio político que ha crecido en Colombia en los últimos años. Los resultados son claros. La marea se detuvo. Los alcaldes y akimats más importantes permanecieron en manos de políticos de diversos partidos, pero que contaban con estructuras de liderazgo tradicionales o con apoyo mayoritario. Esta es una inversión de la situación. En 2019, candidatos alternativos ganaron en varias ciudades grandes, incluidas Bogotá, Medellín, Cartagena y Cúcuta, así como en ciudades más pequeñas como Buenaventura, Manizales y Palmira. En 2022, los partidos tradicionales (Partido Liberal, Partido Conservador, Partido Demócrata de Centro, Partido Cambio Radical, La U) ni siquiera tenían candidatos presidenciales. Estos resultados contrastan con los resultados del domingo.
Sobre la telegráfica victoria de Alex Char de Cambio Radical en Barranquilla; Los políticos tradicionales, entre ellos Dilian Francisca Toro, La U y el Valle del Cauca, tienen muchas otras demandas. En otros casos, los nuevos líderes provienen menos de los centros políticos tradicionales, pero sus victorias indican avances en esta área. Por ejemplo, en Medellín, Federico Gutiérrez, quien ganó las elecciones presidenciales de 2019 y 2022, obtuvo el apoyo de la mayoría de los grupos políticos tradicionales y, a diferencia de su antecesor Daniel Quintero, no hizo campaña bajo la bandera de la antipolítica, pero lo hizo. abajo. La bandera contra la política. , fue creado con un mayor contrarismo. De manera similar, en Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien militaba en Cambio Radical hace cinco años, recibió cierto apoyo de las estructuras tradicionales para dicha votación, pero no logró llevarla a cabo cuando perdió por poco el cargo de alcalde en 2019.
Las tendencias cambiantes tienen implicaciones para los gobiernos. Gustavo Petro fue elegido siguiendo esta tendencia y, además, perdió en Bogotá, el principal distrito electoral del país, donde es alcalde. "En el Ayuntamiento de Bogotá estamos amenazando la supervivencia del acuerdo histórico", dijo al periódico su candidato, Gustavo Bolívar, al inicio de la campaña. Su tercer puesto, por delante del independiente Juan Daniel Oviedo, supone una clara derrota para la izquierda.
La izquierda no tenía en todo caso ese cargo: Claudia López, la saliente alcaldesa, es una política de centro que, si bien ha apoyado a Petro en el pasado, tuvo en los últimos meses fuertes choques con él, especialmente por el destino de la principal megaobra de la ciudad, la primera línea de metro. En contraste, el Gobierno sí pierde apoyo en Medellín, donde tuvo en Daniel Quintero un gran defensor y aliado. El alcalde electo, Fico Guitiérrez, es un permanente crítico de Petro.
En general, el Pacto Histórico, la coalición de gobierno, y los partidos que lo componen (Colombia Humana, Polo Democrático, MAIS, Unión Patriótica, ADA, AICO, Comunes, Partido Comunista, Soy porque Somos y Partido de los Trabajadores), lograron malos resultados. La excepción es la victoria de Luis Alfonso Escobar en Nariño, que, sin embargo, también refleja el cambio de la tendencia: la izquierda había perdido esa gobernación en 2019 tras ocuparla durante 12 años, y ahora la recupera.
El cambio de tendencia responde a la lógica de las elecciones locales, en la que los votantes castigan o premian a los mandatarios salientes. Los electos en 2019 enfrentaron los problemas resultantes de la pandemia, desde el alza de desempleo hasta las muertes en las familias, pasando por el crecimiento del hambre y la pobreza, y la realidad les pasó una fuerte cuenta de cobro. Excepciones como Barranquilla reflejan dinámicas locales especiales, y muy fuertes.
La pregunta que queda abierta es cuál será el efecto sobre la política nacional. El Gobierno queda debilitado por la derrota en Bogotá, pero tendrá un nuevo capítulo para definir su relación con los poderes locales. Los congresistas aliados de los ganadores pueden acercarse a Petro para sacar adelante proyectos conjuntos, o alejarse de un Gobierno con baja favorabilidad y malos resultados electorales donde se presentó. Las próximas semanas lo dirán.
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