Frente a los últimos acontecimientos del mundo
Por: Jorge Roberto Acosta Gil
Director
El 24 de febrero de 2022, inicia un nuevo periodo de angustia, zozobra, dolor e incertidumbre mundial, frente a los acontecimientos que tienen en vilo la insipiente paz mundial. La invasión por parte de Rusia a Ucrania, un extenso país de Europa oriental (603.548 km2) con una población estimada de 44.300 millones de habitantes. Ucrania, conocido por sus iglesias ortodoxas, la costa en el mar negro, las montañas arboladas. Kiev, su capital, al borde de caer ante las tropas rusas, las cuales están dispuestas a tomarse el país de Europa oriental.
Las Naciones Unidas han intentado antes y después de la declaratoria de invasión, de aportar a la paz, frente a este conflicto, realizando un sin número de reuniones diplomáticas, las cuales, en el momento, han sido totalmente infructuosas.
Alguna débil esperanza de un cese de ambas partes, se perfila en las reuniones que se están realizando actualmente. El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, busca salidas a la crisis casi sin ser escuchado.
La otra pregunta que se hacen muchas personas en el mundo entero, y que poseen el conocimiento bíblico, el cual es claro frente a sucesos como el de Rusia – Ucrania. En un mundo en el que hace muchos años se viene deteriorando y agudizando los conflictos entre naciones, entre sociedades, entre hombres y mujeres que hoy no encuentran salida a sus problemas inmediatos, (trabajo, estudio, salud, seguridad, igualdad de oportunidades y de ahí para allá, todos los etc., etc., etc.)
Para los creyentes y estudiosos de sucesos de nuestra historia, pasada y presente, estos sucesos toman importancia frente a profecías que se cumplen a medida que las sociedades y gobiernos se debaten en ofrecer soluciones a problemas entre naciones, a situaciones de catástrofes naturales, hoy más frecuentes, y con mayores daños debido al calentamiento global, lo que afecta a todas las poblaciones del mundo, (inundaciones, sequías, incendios, terremotos, deslizamientos de tierra, volcanes, huracanes, tifones, tornados, hambrunas e igual todos los etc., etc., etc.). Sin dar salida a estas inquietudes y fenómenos climáticos.
Frente a estos acontecimientos que no se pueden ocultar, es evidente que la humanidad espera un desenlace que necesariamente no es el de estabilidad. Los conocedores de la historia bíblica especialmente afirman, que estamos en los últimos días del sistema de cosas. Que el hombre, por su intransigencia, no ha podido solucionar, empezando por una época de decadencia social, falta de moralidad, amor al dinero más que al ser humano y a Dios, todo lo prohibido por la biblia hoy es normal, es modernismo, es el libre desarrollo de la personalidad, lo importante es tener feliz al ser humano frente a sus apetitos diarios, sin importar la moralidad, la defensa de los derechos humanos, el amor al prójimo, la solidaridad, la unión familiar, el derecho a nacer, a vivir en paz y sobre todo, el desconocimiento a cuidar de la vida.
Es necesario que los seres humanos que hoy viven en un planeta plagado por el llanto y el sufrimiento, vuelvan sus ojos frente a las enseñanzas bíblicas que las iglesias del mundo, bien o mal, ocultan según sus intereses económicos, morales y personales, de los miembros que las dirigen.
Según la biblia, estos sucesos tienen una importancia especial, para los que creen en Dios, en Jesucristo, los que a diario te dicen en los memes “que Dios te bendiga”, “que Dios te dé salud” “que Dios te proteja”, etc., etc., etc. Jesucristo predijo que habría una época en la que pelearía nación contra nación y reino contra reino (Mateo 24:7). Toda la vida de la historia de la humanidad, es la historia de guerras y sufrimientos, sin embargo, los acontecimientos de la señal de los últimos días, no han sido tan claras y contínuas, como las señales que hoy se nos presenta en nuestra vida diaria.
La conclusión del actual sistema de cosas, (Mateo 24:3, Daniel 8:19, 2 Timoteo 3:1), explican las profecías bíblicas, las cuales describen características de los últimos días (Mateo 24:7, Revelación 6:4, Lucas 21:11, Mateo 24:12, Revelación 11:18, 2 Timoteo 3:1-4, Daniel 12:4). Y para concluir, las buenas noticias están plasmadas en Mateo 24:14.
Nos corresponde a nosotros, adquirir conocimiento exacto de la historia bíblica, la invitación a los creyentes y no creyentes, es que la historia del diluvio no se nos repita.
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